Halkidiki

El mar, la playa, el sol... tienen un efecto relajante y de despreocupación sobre mi increíble. Parece que todo eso por lo que llevo preocupada unos cuanto días no existe después de pasar ayer un día en Halkidiki. Es como si ya no me importa que me queda un mes aquí, que cuando vuelva a España voy a estar un mes encerrada en la biblioteca, que a pesar tanto estudio de su resultado igual no puedo acabar la carrera por un crédito de libre, y que necesito acabar la carrera para hacer un master el año que viene el cual su plazo de inscripción empieza mañana... y mil cosas más que pasan por mi cabeza.Así que el día de ayer me ha llevado a un estado de χαλαρα :) (muy típico en Grecia) y ya me preocuparé de todos los problemas en un mes.

Se nos va un grande

http://www.publico.es/deportes/374754/adios-al-genial-campeon-del-parking

Recta final...

Esto se va acabando, te das cuenta cuando tienes ya en tu mano el billete que has tardado tanto en comprar simplemente para que el fin no tuviera fecha; pero ya la tiene: 19 de junio... vuelta a la realidad en 50 días.

Con lo que larecta final de este Erasmus ya ha empezado, de hecho ya han empezado las fiestas de despidida; el viernes tuvimos una, el próximo sábado otra...

Y es que todos estos meses desde que llegué a Tesalónica un 13 de septiembre han pasado volando, sin apenas darnos cuenta ya estamos en mayo... pero bueno ahora toca disfrutar al máximo estos últimos días, sin preocuparse por nada, que las preocupaciones no están permitidas en el Erasmus, para ellas ya tendré todo el tiempo del mundo a partir del día 19...

Morriña

Hoy es uno de esos días en el Erasmus en el que me hubiera gustado estar en Palencia.

Para poder pasar con mi padre el día de su cumpleaños, para pasar la tarde en casa de mi abuela, para poder decirla a mi hermana lo orgullosa que estoy de ella, para poder ver, ayudar y apoyar a una amiga que no lo está pasando muy bien (menos mal que en menos de un mes nos espera el Spa a las 3 :D)...

Estoy segura de que esto le pasa a toda persona que vive lejos de su casa en algún momento, puede que hoy me haya pasado a mi porque comer Paella con Ribera me haya recordado mucho a España. O puede que haya sido por otro motivo... sea por lo que sea, hoy os he echado mucho de menos.

Llegaste a creer que aquello nunca terminaría. Pero terminó. Y sigues preguntándote si fue culpa tuya. Pero sabes que no. A veces no es culpa de nadie. Hoy, de repente, los recuerdos llegan a ti. La pregunta que dio comienzo al fin. La conversación en la que te diste cuenta de que todo se había acabado. De que ya no quedaba nada. Y lloras. Mira qué tontería. Lloras. No echas de menos aquella relación. Ni siquiera a aquel tío. Sólo extrañas la sensación. Esa sensación que dudas puedas volver a sentir, aunque en ocasiones notes cerca. Aunque lo desees e intentes con todas tus fuerzas. Estas cosas no deberían intentarse. Ni siquiera desearse. Deberían pasar y ya. Deberían ser fáciles. Que un día te metas en la cama y al cerrar los ojos sepas que está ahí, que ha vuelto. Y que te duermas con una sonrisa en los labios. Una de ésas que parece que van a durar por siempre. En lugar de llenar tu cabeza de preguntas. De pájaros. De finales alternativos

Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar

"El alquimista" Paulo Coelho

Y yo odio los finales...

Te echo de menos, quizás no de manera física, pero extraño tu olor y tu voz. Bueno, tampoco vamos a engañarnos, echo de menos que me cojas, me molestes o me hagas reír con cosquillas ¿En qué pienso? en nada, pero no puedo negar que no piense, sobre todo en ti.

No puedo negar que no recuerde como me cogías de la cintura hacia ti. Quizás sólo sea temporal, aunque si nos ponemos a pensar, todo es temporal porque, todo tiene un final, y yo odio los finales, de hecho nunca dejo que una canción termine del todo.