
Han sido muchas clases juntos, muchas mañanas de biblioteca, muchos cafés en el torero, muchos vermuts toreros, mañanas de compras para no ir a clase, nervios antes de los exámenes, liadas hasta las mil aunque al día siguiente hubiera que ir a clase o tuvieram
os prácticas, cenas en casas de las no segovianas, mil cañas (con sus respectivos pinchos por supuesto), conciertos de Cuadrilátero, Pereza... y mil cosas que no tendría espacio para escribir.

Pero ahora esto se acaba, el próximo curso viene el Erasmus para la mayoría de la clase y el que será posiblemente el mejor año de nuestra vida; pero cuando volvamos algunos habrán acabado la carrera, otros harán un 4º año con lo que les queda, y el grado no lo haremos todos (yo ni siquiera sé si lo haré o no) así que no nos volveremos a juntar todos y todo esto me ha hecho pensar mucho en ello toda esta semana y ponerme bastante triste.
